Cuestión de prioridades

Mi trabajo me impidió ayer escribir este post y aunque, algo tarde, no quiero dejar de hacerlo.
Ha sido un finde semana de manifestaciones en Madrid, y es que, además de la mediática y enésima manifestación "contra el aborto" (me niego a llamarla "provida") a la que no voy a referirime por no tener sentido a mi juicio, el pasado sábado alguién más salió a la calle.

Miles de científicios e investigadores, unos 2500 según fuentes organizadoras consultadas, Federación de Jóvenes Investigadores (FJI/Precarios), recorrieron Madrid desde la Plaza de Colón hasta la Puerta del Sol en una manifestación mucho más relevante para el futuro de la sociedad española.

Yo no soy científica y sin embargo esta manifestación con sus anhelos y pancartas no me fue ajena. Como no debería de serlo al resto de la sociedad y mucho menos al Gobierno que cínicamente proclama una apuesta por un modelo económico basado en la I+D+i pero que en realidad coharta a los investigadores y margina en sus presupuestos a la Ciencia, hipotecando así el futuro de España y repitiendo los errores de siempre que recurren a lo fácil, al ya sobreexplotado ladrillo.

Hace escasas semanas varios representantes del sector científico publicaron una carta “Spain’s Budget Neglects Research,” en la prestigiosa revista internacional Science (la traducción aquí) “Investigar es invertir en futuro” (no al “tijeretazo”) resumen del manifiesto que se leyó el sábado.
Y ya en el pasado mes de noviembre, al conocerse la partida de presupuestos de financiación, Nature, otra de las publicaciones científicas más importantes del mundo, arremetió en un duro Editorial contra la política científica en España.

¿Parece así que la Ciencia internacional está más sensibilizada con el grave problema que nosotros mismos?

Como decía, no soy investigadora, pero tampoco entiendo que el divorcio de Belén Esteban tenga mayor repercusión en los medios de comunicación "serios" que las voces de la comunidad científica en España.
Nos iría mejor si todos replanteáramos nuestras prioridades.